martes, 15 de mayo de 2012

Final de liga: sonrisas y lágrimas


Se acabó la liga con la fiesta del campeón en el Bernabeu. La liga del Madrid de los 100 puntos y los 121 goles. El Barcelona se queda con la pedrea del Zamora de Valdés y el Pichichi de Messi, pero ya se sabe que en los juegos de equipo tienen menos valor los triunfos individuales. La tarde en el Bernabeu fue de fiesta desde el principio con el gol de Cristiano, que acercaba al Madrid a los 100 puntos. Una vez que Cristiano no llegaba a los 50 goles de Messi, la atención de fue desviando a los transistores de radio para conocer la noticia de los otros campos. Curioso ver a directivos oyendo la radio, los mismos que no dejan entrar a las propias radios. El Madrid ganó 4-1 al Mallorca, que se alejaba de la Europa League, y comenzó su fiesta. La fiesta de la 32º Liga para el equipo madridista entregada en el palco.
La fiesta empezó con la camisa blanca inmaculada que lució Mourinho desde el principio del partido (el club pidió a los aficionados que la lucieran). Un detalle más de la entrada del portugués en la idiosincrasia de un club a la que tanto le está costando entrar. Otro fue la participación de la cantera en la fiesta, eso gusta mucho a los aficionados, sólo falta que jueguen más minutos al año que viene. Tras los parlamentos de los capitanes y del discurso en pasado de Higuaín, llegó la humanización de Mou, cuando Callejón se subió a lomos del portugués como éste hiciera con el jugador de Motril en Mestalla en un Valencia-Real Madrid, y a grito de campeones, campeones se unieron todos los jugadores. Discurso breve de Mou reconociendo al equipo de los 100 puntos y fin de fiesta con fuegos artificiales.

Mientras el Madrid celebraba su liga, las lágrimas (de alegría y tristeza) ya habían llegado con el tamudazo, quien si no, que con su gol en el descuento y en fuera de juego salvaba al Rayo con su victoria al Granada. Gol en fuera de juego de Tamudo y de cinco aficionados del Rayo que ya habían saltado al campo. Este resultado salvaba al Granada también, ya que el  Atlético iba ganando desde el minuto 88 al Villareal. Esto unido a la victoria del Zaragoza en Getafe, condenó al equipo amarillo al descenso a la Segunda División. El hundimiento del submarino, modelo de club en lo económico, pero con un año con demasiadas dificultades en forma de lesiones y cambios de entrenador fue la auténtica bomba de la jornada. Cambios de entrenador que traicionaron el propio estilo del Villareal. Un año que empezó con los focos de la Champions y termina con el infierno de la Segunda División. El final en Vallecas con los jugadores del Rayo pidiendo a los del Granada que se dejaran meter un gol porque el Villareal iba perdiendo era un poco tragicómico como toda la jornada. Sobre todo porque aun no había acabado el partido en Villareal y Marco Ruben tuvo una oportunidad clarísima. Al mismo tiempo los jugadores del Villareal, en el Madrigal, pedían a los jugadores del Atlético que se dejaran meter un gol porque el Málaga iba ganando al Sporting asegurando la plaza de Champions al equipo del Costa del sol y condenando a la Segunda División al equipo asturiano. Estas imágenes junto a la encomiable remontada del Zaragoza, siempre bajo sospecha, afean la competición y nos invita a reflexionar un poco a todos.

Sea como fuere, el Rayo, el Granada y el Zaragoza se salvaron y el Villareal descendió a última hora junto al Sporting. Por Europa, el Málaga se metió en la previa de Champions dejando al Atlético fuera y el Levante se metía en Europa League con su triunfo ante el Ahtletic Club.

Sonrisas y lágrimas de una competición con defectos pero que nos gusta mucho.


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