El retorno de la Vecchia Signora a las pasarelas

El retorno de la Vecchia Signora a las pasarelas

Vuelve la Juve, el equipo de Italia. Lo consiguió ganando al Cagliari y aprovechando la derrota del Milan frente al Inter en el derbi della Madonnina, aunque la derrota de los rossoneros fue en Agosto con la venta de Pirlo al club turinés. La Juve logra así su 28º Scudetto, nueve años después del último. Ganó el de 2006 pero el Moggigate se encargó de arrebatárselo. Tras su paso por el infierno de la Serie B vuelve a reinar con las características de siempre: intensidad, equipo solidario, bueno en la estrategia, equipo menos goleado, invicto aunque con 15 empates, quizás con menos calidad arriba que en los años gloriosos.  Al mando de Antonio Conte, ex jugador del club, en el banquillo y de Andrea Pirlo en el campo. Jugador exquisito al que tengo una profunda admiración, jugando casi andando pero con una calidad digna de un grande de Italia y de Europa siempre poco reconocido. Disputó 34 de 36 partidos con 32 años.

Con una defensa en su mayoría italiana como gusta a los italianos, un centro del campo en el que todos corren, no exentos de calidad (Vidal, Marchisio, Pepe) y en el que Pirlo desfila. Arriba la nota predominante ha sido la alternancia de delanteros, la calidad de Vucinic junto con Matri (máximo goleador del equipo sólo con 10 goles), Quagliarella, Borriello y las apariciones simbólicas de  Pinturicchio Del Piero el aunténtico líder de la Juve junto con Buffon, presente en la Serie B y presente en el 28º Scudetto.

Las variaciones tácticas de Conte, incluido un 4-2-4, llevan a la Juventus a la Champions el año que viene, lugar del que nunca tuvo que bajarse, Moggi y árbitros aparte. Esa será otra historia, se reforzará con un nueve titular con continuidad, algún fichaje en defensa y un sustituto para la decepción del año Krasic. Este año no ha jugado competición europea y eso le ha beneficiado, pero la base está hecha. Vuelve la Vecchia Signora. Vuelven las ganas de vendetta de un equipo histórico, de volver a la gloria, de volver a las pasarelas.

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